
19 Jun Borda Mangautxa: un refugio íntimo en el Pirineo andorrano donde tradición y lujo se fusionan de la mano de Sport Hotel Hermitage & Spa
Esta ‘suite’ para dos en pleno Valle de Incles ofrece privacidad absoluta en medio de la naturaleza de alta montaña y con acceso a todos los servicios del resort, que cuenta con el ‘spa’ más grande y exclusivo de Andorra
Soldeu, Andorra, 19 de junio de 2025 – Enclavada en el valle de Incles, en pleno Pirineo andorrano, surge una experiencia de alojamiento que redefine el concepto de escapada romántica y de reconexión con la naturaleza sin renunciar al refinamiento más absoluto: Borda Mangautxa, la joya más especial y privada del prestigioso resort Sport Hotel Hermitage & Spa. Se trata de un espacio singular que traslada a los huéspedes a un mundo de serenidad y encanto rústico, respetando la tradición arquitectónica andorrana mientras ofrece todas las comodidades y servicios de un resort de cinco estrellas.
Borda Mangautxa es una suite que Sport Hotel Hermitage & Spa ha creado a partir de la cuidadosa rehabilitación de una auténtica borda andorrana, una de esas construcciones de piedra y madera centenarias que salpican las montañas y que originalmente fueron utilizadas como refugios de pastores y almacenes agrícolas. Esta restauración, llevada a cabo con exquisita sensibilidad, ha preservado la esencia y el carácter único de la estructura —sus robustos muros de piedra local, sus vigas de madera maciza, su atmósfera acogedora— al tiempo que la ha dotado de un interiorismo contemporáneo de lujo y una tecnología discreta pero presente. El resultado es un espacio de gran autenticidad, donde la tradición de la montaña se funde con el máximo confort.
Admite animales de compañía
Diseñada como un refugio para dos personas, Borda Mangautxa ofrece una privacidad incomparable. Situada en una ubicación privilegiada, suficientemente apartada para garantizar una sensación de paz y conexión única con el entorno, la borda invita a la desconexión total. Las vistas desde sus ventanales son un espectáculo continuo: bosques frondosos, cumbres, praderas verdes, y el cielo estrellado más puro por la noche. El silencio, solo roto por el viento, el canto de los pájaros o el discurrir de algún arroyo cercano, es un lujo en sí mismo. Un detalle importante para tener en cuenta es que en Borda Mangautxa sí están admitidos los animales de compañía.
El interior de la suite cuenta con una elegancia rústica y sofisticación. El espacio principal combina un salón con zonas de descanso frente a una chimenea de leña con un dormitorio de ensueño. Los materiales naturales —piedra, madera, lino, lana— dominan la decoración, creando una sensación de calidez y armonía con el entorno exterior. La borda cuenta con cocina propia en caso de que los huéspedes deseen cocinar, pero en todo momento pueden ser atendidos por el servicio de habitaciones del hotel para poder cenar a la luz de las velas en total privacidad.
La magia de Borda Mangautxa reside en su perfecta integración con el universo del Sport Hotel Hermitage & Spa. A pesar de su aparente aislamiento, los huéspedes de la borda son huéspedes de pleno derecho del resort y tienen acceso completo a todas sus instalaciones y servicios de categoría mundial. Esto completa la experiencia de la borda, añadiendo un lujo y posibilidades que la hace única.
Destaca el acceso privilegiado al spa del Hermitage, el más grande de Andorra. Un universo de bienestar de más de 5.000 m² que invita a la relajación y la renovación. Los huéspedes de Borda Mangautxa pueden sumergirse en sus piscinas (incluida una espectacular piscina exterior panorámica con vistas a la montaña, recorrer sus diversos circuitos termales, o reservar tratamientos a la carta de la más alta cosmética). Es la posibilidad de combinar la absoluta tranquilidad de su refugio privado con una inmersión total en un templo del wellness de referencia en los Pirineos.
La oferta gastronómica del resort es otro pilar fundamental de la experiencia. Quienes se alojen en la borda pueden elegir entre una amplia gama de opciones culinarias. Bajo la dirección del chef ejecutivo Jordi Grau, los restaurantes del hotel elevan la gastronomía a categoría de arte. Ibaya, único establecimiento en Andorra con estrella Michelin, crea menús degustación donde el asesoramiento del chef Francis Paniego imprime un equilibrio entre innovación y raíces locales. Por su parte, Koy Hermitage, liderado por el maestro japonés Hideki Matsuhisa, traslada a los comensales a un viaje sensorial por la cocina nipona con precisión milimétrica.
En un ambiente más distendido, el Glassbar 1850 sorprende con una selección de cócteles de autor y tapas contemporáneas, mientras que Sol i Neu Club Hermitage brinda una carta de arraigo montañés y mediterráneo, destacando carnes a la parrilla y arroces, servidos en una terraza de ensueño con vistas a las cumbres.
La ubicación en el Valle de Incles, convierte a Borda Mangautxa en un punto de partida excepcional para explorar el Pirineo andorrano en los meses de verano, pues está disponible entre junio y noviembre. En verano, el valle se transforma en un paraíso para el senderismo, el ciclismo de montaña, la observación de flora y fauna, el golf en Soldeu, o simplemente para respirar el aire puro de la montaña. La suite privada se convierte entonces en el asentamiento perfecto para aventuras diurnas y veladas reparadoras.
Más allá de las comodidades físicas y los servicios, Borda Mangautxa ofrece una experiencia emocional única de estar literalmente “fuera del mapa”, en un refugio exclusivo, mientras a poca distancia se encuentran todos los servicios e instalaciones de un gran resort. Es el lujo de la elección: intimidad absoluta en la borda o animación y servicios en el edificio principal. Es, en definitiva, una escapada ideal para parejas que buscan combinar romance, privacidad, autenticidad, naturaleza virgen y acceso sin restricciones a un mundo de bienestar y gastronomía excepcional.
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