
08 Oct “Slow Travel” en Puerto Rico: un recorrido sin prisas para una estancia más auténtica
San Juan, 8 de octubre de 2024: Puerto Rico invita a los viajeros a abrazar el ritmo de vida pausado de la “Isla del Encanto”. El movimiento “slow travel” se ha convertido en tendencia en 2024, y es perfecto para aquellos que dan prioridad a experiencias lejos de los caminos más trillados en busca de relax y tiempo de calidad.
Para explorar las regiones de Puerto Rico de manera “slow”, es recomendable alquilar un coche con el que poder perderse para ver las joyas ocultas de la Isla, increíblemente rica y variada desde el punto de vista natural y paisajístico. Y también acercarse a la capital, San Juan, donde es posible vivir experiencias auténticas. Algunas de éstas son:
El proyecto “de la granja a la mesa”
En su deriva por las carreteras de la Isla, el viajero tendrá la posibilidad de conocer aspectos culturales de Puerto Rico tan interesantes como el movimiento «de la granja a la mesa». Esta iniciativa puede conocerse bien en una visita a las Montañas Centrales, donde se encuentran diversos centros de agroturismo sostenible como El Pretexto, una granja-lodge culinaria, en Cayey, donde los productos frescos cultivados localmente se transforman en deliciosos platos. La región de las Montañas Centrales también ofrece aventuras ecológicas en el Cañón de Tanamá, como senderismo, kayak y espeleología.
Otra excursión perfecta para conocer el proyecto “de la granja a la mesa” es la visita a Frutos del Guacabo, a media hora en coche desde San Juan. Inaugurada en 2010, la granja permite a los huéspedes visitar las distintas zonas de cultivo de la finca isleña, desde el invernadero hasta los pastos de los animales, y conocer frutas, especias)y verduras autóctonas en un entorno bucólico con varias opciones de degustación. Los propietarios formaron una cooperativa de agricultores para aumentar la oferta de productos cultivados en la zona y satisfacer la creciente demanda de alimentos de origen local. Los visitantes pueden optar por una excursión de una o dos horas por los terrenos, durante la cual se interactúa con los animales, se prueban flores comestibles y se experimenta de cerca la comida orgánica puertorriqueña.
Senderismo y surf
Si el viajero quiere conocer la costa oeste, una opción interesante es dirigirse hacia el impresionante Bosque de Guajataca, en Isabela, para hacer senderismo por caminos como el que conduce a la Cueva del Viento, una cautivadora gruta que se abre paso hasta llegar a una playa escondida. La región oeste de Puerto Rico es famosa por sus impresionantes playas y está considerada la capital del surf en el Caribe. Conocida por las mejores puestas de sol de la Isla, la zona emana un ambiente relajado, con pueblos como Rincón, donde hay paisajes emblemáticos como Playa María y Domos. Si se prefiere ir hacia el este, el Bosque Nacional de El Yunque atrae al viajero con sus impresionantes caminos para todo tipo de senderistas. Desde tranquilos paseos a emocionantes retos, los viajeros pueden internarse en los bosques nubosos y maravillarse con las impresionantes cascadas del área.
Retiro holístico
Para un retiro verdaderamente relajante, los viajeros pueden dirigirse a la idílica Finca Victoria, situada en la cercana isla de Vieques, al este de Puerto Rico. Rodeada de exuberante vegetación y con el canto de las ranas coquí de fondo, esta casa rural está situada en uno de los puntos más altos de Vieques, y cuenta con unas vistas espectaculares. Finca Victoria ofrece este otoño, entre el 6 y el 12 de noviembre de 2024, un retiro con sesiones de yoga, deliciosas comidas cetogénicas ayurvédicas y cuidados personales esenciales en un entorno comunitario. El programa incluye la revitalizante terapia acuática Janzu, la exploración de playas vírgenes y ceremonias chamánicas.
Wellness de lujo
En San Juan también es posible vivir una experiencia «slow» y rejuvenecedora. Para disfrutar del lujo en armonía con la naturaleza, el bienestar y la tranquilidad, es ideal alojarse en el Hotel Condado Vanderbilt, de elegancia atemporal. Con un spa de primer nivel, los viajeros pueden restablecer su equilibrio interior, ya sea con un tratamiento con vistas al mar o un chapuzón en una de las cuatro piscinas al aire libre.
A través del “slow travel”, los visitantes adquieren una valiosa perspectiva del destino, su gente, su cultura y su gastronomía. La cálida hospitalidad boricua, unida a su oferta de bienestar de primera clase y sus maravillas naturales, la convierte en el lugar idóneo para bajar el ritmo y sumergirse en sus raíces.
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